martes, 20 de octubre de 2009

3

... "descubrí que mi obsesión de que cada cosa estuviera en su puesto, cada asunto en su tiempo, cada palabra en su estilo, no era el premio merecido de una mente en orden, sino al contrario, todo un sistema de simulación inventado por mí para ocultar el desorden de mi naturaleza. Descubrí que no soy disciplinado por virtud, sino como reacción contra mi negligencia; que parezco generoso por encubrir mi mezquindad, que me paso de prudente por mal pensado, que soy conciliador para no sucunbir a mis cóleras reprimidas, que sólo soy puntual para que no se sepa cúan poco me importa el tiempo ajeno. Descubrí en fin, que el amor no es un estado del alma sino un signo del zodiaco."

G.G.M, Memoria de mis putas tristes.

No hay comentarios: